Fomento adjudica el último tramo pendiente de la autovía a La Espina
El Ministerio contrata por 59,8 millones la construcción de los seis kilómetros del trazado que enlazará Cornellana con Salas, que incluirá siete viaductos
Todo el trazado de la autovía entre Oviedo y La Espina ya está en servicio, en obras o contratado. El Ministerio de Fomento adjudicó ayer las obras del tramo entre Cornellana y Salas a la empresa Dragados, con un presupuesto de 59,8 millones. Se trata del último tramo en arrancar de la autovía, después de que en diciembre Fomento encargase a la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte, por 66 millones, la construcción de la segunda vía de Salas-La Espina, que será licitada próximamente, según el Ministerio. El trazado entre Salas y Cornellana está marcado por la complejidad técnica y por el hecho de que Fomento prevé acometer las dos calzadas del tramo de una vez y no por partes, tal y como habitualmente realizaba el Ministerio de Fomento durante la gestión de Francisco Álvarez-Cascos. Con seis kilómetros y siete viaductos el nuevo tramo une las poblaciones de Cornellana y Salas, las dos en el concejo de Salas, y supone que todo el corredor entre Oviedo y La Espina estará en obras antes de que termine el año. El tramo proyectado discurre por el valle del río Nonaya aprovechando la media ladera norte. En su inicio el recorrido se desarrolla por la margen derecha del río, proyectándose en los primeros metros el viaducto de La Casada, de 252 metros de longitud. A continuación el tramo cruza en trinchera el contrafuerte que estrecha el valle y, tras atravesar el río Nonaya mediante un nuevo viaducto de 388 metros de longitud, sigue por la margen izquierda hasta el final del trazado paralelo a la actual N-634, pero más elevado que esta carretera. El trazado continúa hacia Salas pasando por el norte de la cantera abandonada y de la capilla de San Ramón, para a continuación construir un viaducto de 297 metros para salvar el arroyo y la empresa Carrocerías Cosmea. Posteriormente, superará el paso de La Pandiella mediante un nuevo viaducto de 156 metros en la calzada derecha y 216 metros en la margen izquierda. Debido a la complejidad orográfica de la zona el tramo está plagado de viaductos. Entre ellos, el de Queiyón, de 117 metros, y un viaducto de 336 metros que cruzará el río Camuño. El Ministerio de Fomento y el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, han fijado el año 2009 como la fecha en la que estarán terminadas tanto la Autovía del Cantábrico como la totalidad de la autovía Oviedo-La Espina, que llevará la denominación A-63. Según las cuentas del delegado del Gobierno, «en tres años el Gobierno socialista adjudicó un 36 por ciento más para Oviedo-La Espina que el PP en ocho años, y la media anual en adjudicaciones del PSOE es de 48,7 millones, mientras que la media del PP era de 21,80». La totalidad de la autovía que vertebrará el suroccidente interior está ya en marcha y ahora queda pendiente la futura conexión de los dos grandes corredores, el de Oviedo-La Espina y el del Cantábrico, que se unirán en la localidad valdesana de Canero, así como la prolongación de La Espina en autovía hacia Ponferrada. El Ministerio de Fomento licitó a finales del año pasado el estudio informativo para la autovía que unirá La Espina y Canero. La vía se encuentra recogida en el plan estratégico de infraestructuras y transportes del Ministerio de Fomento. El nuevo tramo de autovía tendrá 23 kilómetros y sustituirá a la actual conexión entre Salas y Valdés por la carretera nacional 634.